jueves, 23 de abril de 2009
Si hiciéramos la experiencia de reunir a cuatro mujeres desnudas en una habitación –una árabe, una china, una occidental y una Yanomami- y dejáramos entrar sorpresivamente a un hombre, la mujer árabe cubriría su rostro, la china acaso se taparía los pies, la occidental inclinaría los brazos para cubrirse los senos y el pubis y la Yanomami seguiría haciendo sus cosas como si nada. El experimento no solo mostraría que el pudor no es un valor universal, sino que las comunidades que cultivan algún tipo de recato no siempre ocultan las mismas partes ante los ojos de la mayoría de sus habitantes.
lunes, 27 de octubre de 2008
miércoles, 27 de agosto de 2008
sábado, 5 de julio de 2008
miércoles, 18 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
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